Retos e impacto del 5G en Chile
Por Fernando Sánchez, gerente general de Fundación País Digital
Según cifras de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), en Chile tenemos por sobre un 95% de conectividad móvil y casi el 678% de los hogares del país cuentan con una conexión de Internet fija, siendo la fibra óptica la tecnología de mayor preferencia (52,9% de las conexiones fijas totales), con un crecimiento de 68% en los últimos doce meses.
El concurso público de redes 5G, que ya fue adjudicado, cuenta con un plazo de dos años para que las operadoras puedan desplegar más de nueve mil antenas a lo largo de Chile, que, de acuerdo con Subtel, buscan, además, alcanzar e impactar a instituciones públicas y sectores productivos de 366 localidades rurales y aisladas, con un beneficio directo a millones de personas en todo el territorio nacional.
Esta tecnología será mucho más rápida que la red 4G. Reduce la latencia en la transferencia de datos entre 10 a 50 veces, y multiplica hasta por 100 la cantidad de dispositivos conectados. Por ello, su llegada se traduce en una oportunidad para eficientar e innovar en procesos productivos en diversas industrias y sectores públicos, ya que las empresas podrán acceder a nuevas aplicaciones para optimizar y hacer más eficaces sus operaciones, y los servicios públicos seguir mejorando la digitalización de sus procesos, impactando con ellos en la calidad de vida de las personas y el tiempo dedicado al trabajo. Esto nos habla de una verdadera transformación digital para Chile.
Chile, siendo líder en la región en la implementación del 5G, se encuentra en pleno desarrollo, pilotaje y experimentación de soluciones tecnológicas. Algunas compañías de telecomunicaciones han estado realizando trabajos exploratorios en conjunto con las universidades, que les han permitido conocer, a través de distintas verticales, aquellas áreas que presentan un mejor perfil de implementación. Minería, Agricultura y Salud son algunas que ya están mostrando resultados concretos en cuanto a transporte autónomo, automatización industrial y telemedicina, que podrán potenciarse una vez que el 5G esté completamente operativo.
Así, se abre un abanico de posibilidades a nuevas aplicaciones para una sociedad altamente conectada. Por ejemplo, el 5G puede ayudar con información al instante respecto de la congestión vehicular, accidentes, desvíos, estacionamientos, e incluso permitiendo la comunicación entre los vehículos circulantes o con la infraestructura aledaña para un mayor monitoreo, gestión, eficiencia y seguridad del transporte.
La expansión móvil ayudará a sumar miles de empleos de manera directa, producidos tanto por el despliegue como por el desarrollo de nuevas tecnologías e industrias que requerirán de nuevos colaboradores. En ese sentido, el 5G es una tecnología de base inclusiva que no sólo nos ayudará a mejorar las ciudades, sino a todo el territorio con mejores condiciones de vida y sin distinciones entre los espacios urbanos y rurales.
El desafío: la ciberseguridad
Sin embargo, esto conlleva una gran responsabilidad, ya que con el aumento de los dispositivos tecnológicos y la velocidad de conexión, crece exponencialmente la superficie susceptible de ataques. Cada vez hay más personas conectadas a Internet, y a nivel de operaciones y procesos, contamos con más empresas que integran tecnologías para digitalizarse, y la apertura de los negocios requiere que las empresas colaboren con su ecosistema, lo que incrementa los puntos de entrada a los sistemas empresariales.
Según el informe Tendencias de Amenazas a la Seguridad Cibernética de 2021 de CISCO, alrededor del 90 % de las filtraciones de datos se producen debido a la suplantación de identidad, dejando en evidencia que las personas son el eslabón más débil en la cadena de la seguridad. Por eso, invertir en los colaboradores de la empresa en ciberseguridad, en formación, simulación, gestión de crisis (ataques), entre otros, en todas sus áreas, es una de las claves. Hoy es clave preparar y reforzar el capital humano en la empresa y además el extendido (proveedores). La estrategia de las empresas debe estar enfocada en el entrenamiento del personal y en construir una cultura de ciberseguridad de cara al 5G.